Statement
Nos interesa
abordar el cuerpo desde las convenciones y posibilidades que ejecuta en toda su
amplitud, reflexionar sobre el uso de los objetos, el espacio y el tiempo en
relación al cuerpo. Pensando el cuerpo como copiador, que sigue las órdenes y
el movimiento de un otro, reprimiendo las dinámicas y los juegos espontáneos,
con todo su contenido inconsciente. Los usos y costumbres reinantes, la
imitación, de lo ya hecho, es representante del miedo de lo que se sale de las
reglas, a lo pulsional y al propio cuerpo cargado de erotismo. Una adaptación
forzada a los requerimientos de una vida en sociedad que castiga y margina a
todo pensamiento o vivencia que ponga en tela de juicio a lo convencional y
aceptado. Y a la vez las posibilidades del cuerpo como una unidad que puede
ocupar un tiempo y un espacio únicos y el deseo de poder superar esas
limitaciones.
Nos gustaría
crear un mundo donde el cuerpo humano este despojado de ciertos aprendizajes
como por ejemplo, caminar en dirección hacia adelante, y la vez poder tener
libertad de estar en tiempos y espacios diferentes, lo que implicaría no ser
una sola unidad. De esta manera podríamos resignificar el concepto de tiempo como
avanzar hacia adelante y pensarlo en otras direcciones, de tal manera que
podamos replantear el concepto de finitud.
Pensar
la finitud significa en principio pensar la vida humana desde su límite, pero a
la vez, éste se manifiesta como la única posibilidad de ser. La finitud es la
condición de posibilidad que define la existencia del ser humano, ya que en el
límite busca aquello que lo trasciende. La ciencia, el arte, la religión, la
cultura son las formas de respuestas creadoras de un ser que, reconociendo su
finitud, la trasciende.
El hombre quiere vivir y por eso se pone a trabajar para retrasar
lo inevitable, el tiempo no es sólo amenaza sino también distancia y retraso de
la muerte. En contra de la inseguridad fundamental de la existencia,
permanentemente expuesta la muerte, el hombre ha creado los elementos y las
estructuras de una inmensa civilización.
Sin
lugar a dudas, la expresión más radical de la finitud humana es la muerte, porque
nos damos cuenta de que no somos dueños del tiempo y que no todas las
posibilidades son realizables. En su obra “Ser y tiempo”,
Heidegger afirma que ser hombre es ser un ser-para-la-muerte. Esto
quiere decir que desde el comienzo la vida esta signada por la muerte. No
es algo que sobreviene de afuera sino que pertenece a la raíz misma de la
existencia. La muerte entendida como fin no significa principalmente final,
como el término de un camino o el final de algo. Fin más bien como aquello que
realiza y cumple. A tal punto que la vida humana entendida como proyecto
no tendría tal sentido sin la muerte. Esto no significa desconocer la
angustia ante la muerte ni el dolor por la muerte de quienes amamos, pero sí
significa atreverse a pensarla como acontecimiento propio de la existencia
humana.
Que no se
culpe a nadie, Julio Cortázar
Resumen
El hombre tiene prisa porque tiene que ir a encontrarse con
su esposa para comprar un regalo de bodas. Se pone el pulóver azul, pero no
encuentra la manera de ponerse las mangas; además, está desorientado porque su
cara está aprisionada en el pulóver. Poco a poco, la impaciencia se
vuelve angustia, a medida que
la tela del pulóver lo deja sin aire y ya no sabe cómo ponérselo ni quitárselo.
Después, cuando logra en un momento sacar la mano de su pulóver azul, observa
que su mano cambia y se encuentra con un aspecto extraño: la mano trataba de
matarlo. Al final de la historia, se enrolla en su pulóver y cae desde el piso
doce.
De este cuento nos llama la atención varias cosas, lo primero
el hecho de luchar contra una convención de algo tan cotidiano como es
vestirse. Después la dicotomía que el mismo cuerpo genera ante la cuestión de
ser lo se debería y lo que se quiere.
“La tradición
popular identifica la mano derecha con lo racional y la mano izquierda con los
aspectos irracionales o instintivos de la psique”
La mano
derecha representa una parte de su ser, de su personalidad, de su vida, que se
ha sometido a los convencionalismos, a “lo que debe ser” y se ha alejado de lo
que él instintivamente es como persona. Su mano izquierda, los “aspectos
instintivos de la psique”, aún están bajo control pero el tipo se ahoga con esa
parte que ha perdido y que hace de su vida algo que no desea.
SURREALISMO
Movimiento artístico y literario que surgió en Francia después de la
Primera Guerra Mundial y que se inspira en las teorías psicoanalíticas para
intentar reflejar el funcionamiento del subconsciente, dejando de lado cualquier tipo de control racional.
Pensamos en
el surrealismo como referencia de despojo de todo lo racional, lo conocido y por
lo tanto lo convencional, lo traemos en referencia más como concepto. Pero no
necesariamente en cuanto a lo visual.
El mundo creado que nos
proponemos, estaría asociada a la realidad un poco en los espacios y figuras
humanas y disociándose más de esta en las acciones y temporalidad.
Proyecto
La idea es
basarnos en un personaje que viva realidades consientes y naturalizadas. Que
habite en distintos tiempos y espacios a la vez y que sea natural. El objetivo
es ver que ocurriría si tuviéramos esa libertad, si fuese esa nuestra realidad,
si sería mejor o peor, que pasaría con nuestros pensamientos viviendo distintas
vidas al mismo tiempo. Si el cuerpo ya no tuviera esas limitaciones como
transcurriría su vida, que objetivos o metas tendría, como avanzaría hacia ese límite que es la finitud.
Lo pensamos
como un planteamiento de una realidad totalmente distinta, pero al ser
naturalizada no cuestionada por el/los personajes sino referirnos a sus
pensamientos e inquietudes. Para ser más precisos no sería un conflicto para el
personaje en puesta en escena.